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¡No tuve hora sagrada! ¿Qué hago?

¡No tuve hora sagrada! ¿Qué hago?

¡No tuve hora sagrada! ¿Qué hago?

 La Hora Sagrada o la Hora de Apego se trata de un momento emotivo, sensible y único de encuentro, de reconocimiento inmediatamente posterior al nacimiento y al parto, en el que el contacto precoz, piel con piel, tiene efectos positivos tanto en el corto como en el largo plazo.

La madre experimenta una descarga de oxitocina que favorece la instauración de la lactancia materia y el reconocimiento afectivo entre mamá y bebé, ya que el bebé se encuentra especialmente receptivo, buscando una contención parecida a la que tenía dentro del útero.

Es usual que muchas familias no presten mucha atención a este momento único y sagrado, las energías se sitúan en esperar que el bebé nazca vivo y sano, y que la madre se recupere prontamente.

Llega el momento del parto y, al no contar con un plan de parto ni un equipo que cuide de ese momento, el momento del nacimiento se resumen a pasarle el bebé a mamá un par de minutos  y, prontamente, separarlos durante horas, lo que trae un sinnúmero de problemas posteriores para mamá, bebé y la conexión entre ellos. También sucede en casos en que el bebé ha nacido con alguna complicación tras el parto.

Lis nos cuenta,

“Soñé con ese momento todo el embarazo, pero mi bebé nació prematuro (a los 8 meses) y solo me dejaron verlo un par de minutos, se lo llevaron para revisarlo y se lo llevaron a la neo, no lo pude verlo hasta la mañana y en su incubadora. Al fin, una semana después, nos pudimos abrazar.”

 Vero, también nos comparte su experiencia:

“No me dejaron amamantar a mi hija de inmediato, con suerte estar con ella piel con piel unos 10 minutos en la sala de parto, luego me llevaron a recuperación y ella se la llevaron a hacerle unos exámenes, y me dijeron que en 1 hora me la llevarían, fue menos tiempo pero ella venía llorando a full, de hecho escuchaba su llanto mientras la traían por el pasillo y sabía que era ella 😢 fue triste la verdad, y me da pena recordarlo”

 

Muchas mamás recuerdan su parto con un dejo de nostalgia y felicidad, viven una sensación de desconexión emocional con su bebé y , al mismo tiempo, se sienten conformes con “mi bebé nació sano”. Eso dificulta aceptar el duelo emocional y físico de haberse desconectado de su bebé tras el nacimiento.

Si te sientes identificada en algún punto con esta situación, sientes que te has desconectado de tu bebé y deseas recuperar esa conexión emocional, te dejamos 3 cosas que puedes hacer y que pueden ayudarte a lograrlo:

 

Haz Piel con Piel

Es muy importante entender que biológicamente una madre necesita estar en contacto constante con el bebé para su óptima conexión, desarrollo y crecimiento. Durante la mayor tiempo posible, intenta poner a tu bebé al pecho (acostado o semisentada, y con el bebé siempre en posición de ranita), ambos sin ropa que los separe. Abríguense ambos juntos. Ésta práctica fomentara la creación de oxitocina en tu cerebro y en el de tu bebé para fomentar la conexión entre ambos.

 

Masajea regularmente a tu bebé

La práctica del masaje es muy beneficioso para tu bebé y, al igual que practicar Piel con Piel, fomenta cerebralmente hormonas que generan conexión, amor y tranquilidad a ti y a tu bebé. Te recomendamos dar al menos 1 vez al día un masaje a tu bebé con aceites naturales como de caléndula o almendras dulces. Prueba el Aceite de Masaje de la Linea Bebé Naay. Hazlo amorosa y delicadamente, procura conectar con tu bebé, haciendo de este momento algo muy especial. También ayudará a estimular el crecimiento de tu bebé y mejorará su digestión.

 

Portea la mayor cantidad de tiempo posible

Idealmente si tu bebé es recién nacido, portea todo el día con un portabebé adaptado como un fular o una bandolera, lo que te permitirá seguir realizando tus actividades diarias. Un bebé requiere biológicamente estar muy cerca del cuerpo de mamá los primeros 9 meses de vida y portear no solo le brindará a tu bebé el contacto físico que necesita, la estimulación adecuada y el movimiento, sino que también, te brindará de autonomía y libertad para continuar con tu día mientras satisfaces la necesidad más importante de tu bebé: la del contacto físico.

 

Sigue estos simples consejos y verás como comienzas a conectar cada vez más con tu bebé. Y recuerda, tomará un tiempo volver a reconstruir la confianza en ti producto del trauma de un nacimiento abrupto y de la separación con tu bebé, pero confía en que siempre existe la forma de reparar.

 

Esperamos que este blog te haya servido y recuerda dejarnos un comentario y compartirlo con otras personas a quienes les pueda servir.

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