Claves del Porteo Seguro
Muchas personas creen que el Porteo Ergonómico es Seguro por sí mismo. No, no lo es. Pues, al igual que cualquier cosa, no depende solamente de sí mismo sino que también de quién lo usa y de la forma en que lo usa.
Vamos a partir por el inicio... lo primero es tener un portabebé que sea ergonómico.
¿Cómo sé que mi portabebé es ergonómico?
Las primerizas en el tema y que además les apasionan creen que el portabebé que conocen es ergonómico y el resto no lo es, pero lo cierto es que, en un mundo tan grande como el del Porteo, existen infinidad de opciones y combinaciones ingeniosas de Portabebés. Pero la clave es entender de qué trata la ergonomía.
La Ergonomía es la ciencia que estudia las condiciones de adaptación entre un objeto o lugar y las características físicas y psicológicas del usuario. Algo que denominamos ergonómico en Porteo sería un Portabebé que está pensado por y para la más óptima adaptación entre éste, el bebé y el adulto que portea.
Un portabebé que no respeta la fisiología del cuerpo del adulto que portea (distribución del peso, cambio en el eje de gravedad, tiempo de uso, etc.) es un portabebé que no sería ergonómico. Un portabebé que no se adapte al cuerpo de un bebé (un portabebé duro, poco flexible, que no considere la forma de la espalda de un recién nacido, que no considere la falta de tono muscular, la formación de la cadera, etc.) sería un portabebé no ergonómico.
Aquí un ejemplo
Un portabebé ergonómico se adapta al cuerpo del bebé y no al revés. Y según esto, dependiendo del fabricante, seguirá siendo ergonómico dependiendo el tramo de edad o el uso para el cual está fabricado. Es así como puedes encontrar una infinidad de tipos de mochilas ergonómicas: ajustables, evolutivas, estándar... ombuhimos para usar a la espalda, meitai estándar o meitai evolutivos, podaegui, bandoleras, fulares, etc. Lo importante es saber si son adecuados para las necesidades de tu bebé en el momento que requieras usarlo.
Un portabebé ergonómico debiera verse así:
Tengo un Portabebé Ergonómico... ¿Cómo sé si estoy porteando de forma segura?
Para usar tu portabebé ergonómico de forma segura tienes que tener en consideración las 3 claves del porteo seguro: Posición adecuada, tensión correcta y vías respiratorias despejadas.
- Posición adecuada: Para el bebé significará que tenga la famosa posición de ranita (pelvis basculada, espalda redondeada y rodillas más arriba que el potito) y para el adulto, que quede cómodo, amoroso con el cuerpo y sus necesidades pero, sobretodo, que no altere mucho el eje de gravedad. Y recuerda, siempre debe quedar a la altura de un besito pero que no interfiera con tu visión.
- Tensión correcta: Que no quede ni muy suelto ni muy apretado. Ambas son cosas que puedes adaptar a la luz del sentido común (sobre no apretar mucho) pero con cuidado y conocimiento de lo anterior (posición adecuada). Es encontrar el equilibrio en el uso de tu portabebé. Una tensión débil hará que tu bebé quede suelto en el portabebé y, por lo tanto, no sería seguro, y podría forzar el delicado cuerpo de tu bebé. Además, podría causarte dolores de espalda al alterar tu eje de gravedad. Por otra parte, un exceso de tensión podría molestar a tu bebé e incluso, dificultar la circulación en sus piernas o su respiración.
- Vías respiratorias despejadas: Lo más importante para el bebé. Teniendo en cuenta la falta de tono muscular en los recién nacidos (falta de musculatura), posiciones que fomenten que el mentón de tu bebé toque su pecho puede, realmente, ser un peligro para tu bebé. O el uso de accesorios como mantas cerca de la cara, también puede obstruir sus vías respiratorias. Lo maravilloso del porteo ergonómico es que siempre puedes estar al tanto del estado de tu bebé por la posición frente a frente (a diferencia de llevar al bebé mirando hacia afuera). Mantén siempre a tu bebe con su mentón separado de su pecho y chequea siempre su respiración ;).